8 Razones que frenarán tu éxito si no actúas
Ya sabéis que jamás utilizo la palabra “fracaso”, para mi no existe, tan solo es una disfunción del éxito, algo necesario en nuestras vidas que nos complementa y nos hace aprender de nuestros errores, tan solo “fracasamos” cuando nos rendimos. Pero tampoco ahí me gusta utilizarlo, considero que cuando alguien se rinde, sus razones para hacerlo son más fuertes que su hambre de conseguir aquello que desea, por lo tanto todo se equilibra.
Hoy me gustaría exponer algunas causas que debemos vigilar en nuestro camino hacia el éxito, causas que debemos conocer para ser conscientes de su manifestación. Muchas de ellas van ligadas a nuestras emociones y maneras de ver la vida (todo ello a través de nuestros paradigmas), forjadas con nuestra personalidad, pequeños defectos que debemos intentar pulir en la medida de lo posible. Otros, tan solo son “pequeños vicios” que hemos obtenido a lo largo de los años, totalmente subsanables con el binomio disciplina/constancia. Sea de un camino u de otro, hay que eliminar todo aquello que nos bloquea.
Te recomiendo que leas uno por uno y seas objetivo contigo mismo, si tienes uno o varios de los defectos que listo a continuación, ponte manos a la obra! 😉
1. El miedo
Este es tu mayor enemigo, es la emoción que frena nuestros sueños y hay una proporción inversamente proporcional entre el miedo y la probabilidad de conseguir aquello que deseas.
Es muy humano sentir miedo, pero debes intentar reforzar tus cualidades e ir ganando en autoconfianza, sabes que eres bueno, que tienes puntos fuertes y que son estos a los que tienes que aferrarte. Debes ver el miedo desde el lado de un mero espectador y tener claridad y determinación a la hora de tomar decisiones, siempre basándote en tu criterio, sentido común y una buena dosis de autoconfianza para sentirte capaz de hacerlo o improvisar llegado el caso.
2. Realmente, no lo quieres tanto
No te equivoques, debes saber distinguir si aquello que deseas es un deseo pasajero o de lo contrario es un deseo ardiente. Si la segunda opción es la tuya, tu vida y tus decisiones se basarán entorno a ello, tu corazón sabrá que camino ir tomando en cada situación y finalmente habrá una concordancia perfecta entre
“corazon-espíritu-cabeza”.
Si realmente quieres algo con todas tus fuerzas, créeme que lo conseguirás, puede parecer complicado conocer el camino correcto o poder adivinar cual será el siguiente paso, pero lo verás claro llegado el momento, tan solo prepárate día tras día a ser mejor, sabrás ver la oportunidad.
Si lo quieres lucha por ello, a veces la gente dice querer algo, pero no es así, o al menos no lo quieren tanto como salir de fiesta, estar hasta altas horas en la cama o perder el tiempo de manera absurda.
Piensa que mientras tú duermes, otra persona se está entrenando duro para batirte, tenlo siempre muy en cuenta, para en tus horas de rutina, ser una persona productiva.
3. Ojo con las redes sociales
Sabemos de sobra que son una herramienta excepcional, pero hay que vigilar nuestra adicción, ya son unas “herramientas vampiro” de nuestra productividad, su capacidad para distraernos es asombrosa. Vigila tus horas de trabajo y evita a toda costa las distracciones. Apaga el movil, bloquea las URLs de Facebook, similares y trabaja por lo que quieres.
4. Te crees muy trabajador pero no es así
El que pases 8 horas seguidas en una oficina no es sinónimo de productividad, seguro tienes esa sensación de que quedan cosas que deberías hacer, pero nunca ves el momento de parar. Todos necesitamos distribuir nuestro tiempo y es igual de importante nuestro tiempo de relax para recuperar nuestra vida personal. Reduce esas horas, pero que solo sean para trabajar sin distracciones, tal como hablábamos en el punto anterior, organízate y desconecta todo aquello que pueda distraerte. Te sentirás más productivo trabajando menos horas y teniendo más tiempo para tí. Canaliza tus pensamientos y relájate en tu tiempo libre. En ocasiones cuando estamos relajados aparecen las mejores ideas o resolución de problemas.
5. Renuncias muy fácilmente
En ocasiones el buen trabajo no está del todo reconocido, que esto no sea un handicap para tí, tal como dice Newt Gringrich:
“La perseverancia es el trabajo duro que usted lleva a cabo cuando se cansa de hacer el trabajo duro que ya hizo”.
Esto significa que siempre se puede hacer un poco más, el vencer esta lucha interna supone un gran paso psicológico y marca la diferencia. No te rindas, si te sientes cansado sal a pasear, ponte música que te anime y continua! No te dije que fuera fácil, te dije que merecería la pena. Tu éxito bien vale estos esfuerzos, no busques que nadie te premie, hazlo solo por tu sueño, los emprendedores somos lobos solitarios en la noche.
6. No te obsesiones con recompensas a corto plazo
Resulta muy gratificante recibir una recompensa tras un pequeño trabajo, por desgracia nuestro mecanismo tiende a requerirlo muy a menudo y a frustrarse si no sucede. En esto se basan los juegos de azar y las apuestas, en la dosis de felicidad tras recibir un premio sin esfuerzo alguno. No busques este tipo de sensaciones, ya que son realmente adictivas, evítalas en la medida de lo posible y mira hacia un horizonte infinito, trabajos en donde no se ve el horizonte ni la recompensa, en ocasiones puede resultar desesperantes pero son los más sólidos y sostenibles, lo cual a la larga te acercará más a tu destino.
7. No asumes riesgos
Estar en la zona de confort es reconfortante, ¿Verdad?, hay paz, todos los días son exactamente idénticos y no parece que haya más que algunas facturas de luz que puedan irrumpir en nuestro oasis de felicidad. Esto me recuerda a un pájaro enjaulado, nace y muere como todos, pero no tiene que preocuparse por buscar comida o defenderse de enemigos, el problema es el alto precio que se paga por esto, pues es una vida lineal, monótona, sin experiencias y sin la satisfacción de cumplir retos y sueños.
En cierta medida, ¿para que vivir así?, es como morir una vez nacido… Sin nada por lo que luchar, sin sueños o ilusiones.
No hay recompensa sin riesgo, esto es así, si cometemos un error será un aprendizaje para conocer la escalera a fin de subir cada día un peldaño más alto que el anterior.
El no saber controlar esta emoción que tanto nos frena en la vida, hará que no podamos coger las oportunidades que se nos manifiestan a lo largo del camino, no tengas miedo a equivocarte, cada decisión te cambiará, aunque creas que has fallado, no te decepciones, pues en el futuro verás como ese pequeño error, era necesario para llegar a donde estás. 🙂
8. Miedo de lo que piensen los demás
Es muy humano el sentimiento de miedo a hacer el ridículo, o sobre “el que dirán” tus amigos, familiares, enemigos y allegados. Esto está muy ligado al del punto número uno de este artículo, pero es algo a controlar como el que más. A veces tenemos miedo al rechazo, a la burla o al “te lo dije”.
Tienes que comprender, que aquellos que frecuentemente hacen uso de estas actitudes, por lo general son gente que están muy encerrados en el sistema (a veces de manera inconsciente), en ellos mismos y que esta reacción no es más que un mecanismo de autodefensa que realizan para sentirse bien con su “fracaso”, viendo fracasar al prójimo (o sea tú) y alegrándose cuando algo no sale para estar ahí recordándote que tenían la razón. Tienes que aprender a vivir tu propia vida, y no el tipo de vida que nos muestran en la televisión, huir de estereotipos, buscar tu propia felicidad e ignorar a quién ignora todo.
La gente que realmente que te aprecia, sabrá apreciarlo y siempre estará ahí, el tan solo plantearte hacer algo diferente al resto por ir en busca de tus sueños, ya te hace estar un paso más allá.
Siempre se fiel a ti mismo ,haz lo correcto y nunca nunca te defraudes, es la única manera de desbloquear la excelencia y quitar todo lastre en tu ascenso a tus sueños.
Espero os sea de utilidad estos pequeños consejos. Siento llevar varias semanas sin escribir, pero tal como os comenté, acabo de mudarme a Londres para emprender un negocio físico y está absorbiendo mi tiempo más de lo esperado (no es escusa), prometo seguir ahí 😀 .
GRACIAS!